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No pierdas nunca tu capacidad para asombrarte. Hola qué quizá no conozcas.
Estoy en una edad en la que perfectamente podría ser ya padre. De hecho, buena parte de la gente de mi misma edad que me rodea tiene ya hijos: Emma, Luca, Iria o Laia llegaron hace no mucho a nuestras vidas para quedarse.
Me pongo en el lugar de sus padres y me imagino que la elección de un nombre para tu hijo o hija no es un proceso sencillo. Horas de pensar, de buscar, de descartar, de tiras y aflojas, de «pues me encanta Alba... pero no, que rima con calva» de «¡veto!», hasta dar con el nombre indicado. Ese al que nuestro hijo o hija estaba predestinado, ese que una vez asignado ya no tiene vuelta atrás. Sin duda, hay que elegir bien.

Si eres fan de esta serie sabes cómo se llama su mujer. [Youtube. 2:53]

Si vas a ser papá o mamá, o por cualquier otro motivo, te interesa saber los nombres que ponen los padres de España a sus hijos, el INE nos proporciona una útil herramienta para conocer los nombres de los nacidos en nuestro país. Nos facilita los datos por décadas desde 1930 y, como es lógico, la 2010-2019 está incompleta, solo recoge datos hasta 2015. No olvides esto cuando veas las gráficas más abajo.
Y algo a tener en cuenta: la menor tasa de natalidad de las últimas décadas y el mucho mayor abanico de nombres existente hace que, en casi todos los casos, los nombres de larga trayectoria decaigan en décadas recientes.

Ahora sí. Vamos allá, padres ¿Qué nombre le pongo a mi hijo? Repasemos algunas de las opciones que se nos presentan y los pros y contras de cada una.

I. Los raros de narices: Mihaela, Agamenón, Neferet, Dorimedontes, Habacuc...

Pros: eres valiente y nadie lo va a cuestionar. Además, si el niño o niña es un fuera de serie, este nombre lo convertirá directamente en memorable. Estoy seguro de que al pequeño Agamenón lo conocerá todo el colegio.
Contras: tu hijo va a tener que repetir su nombre cada vez que lo tenga que dar por teléfono y la reacción de los demás al presentarse en persona será, sin duda, digna de presenciar. Hay bastantes posibilidades de que se burlen de él en la escuela y menudo disgusto se va a llevar el joven Deoscopidesempérides (sí, existe este nombre) al quedarse sin espacio en el formulario de inscripción del campamento. Con todo esto, es mejor pensárselo un par de veces antes de decidirse por un nombre de este grupo porque podría tener que lidiar con él toda la vida. A pesar de los varios inconvenientes es, también, una buena forma de decir al mundo: «eh, psss, este nombre es lo más y nos importa más bien poco lo que penséis».

II. Los raros pero, oye, no tanto: Lluvia, Saturno, Mencía, Lobo, Germinal, Merlín...

Pros: sigues siendo valiente, nada que objetar. El nombre continúa siendo original, teniendo fuerza y pueden aplicársele los mismos pros que el grupo anterior. Eso sí, tu hijo gana algo, un poco, un mínimo, en discrección.
Contras: el nombre seguirá creando cierto desconcierto entre los demás aunque no lo tenga que repetir cuatro veces cada vez que se presente (no me quiero imaginar al pobre Habacuc Belausteguigoitia, intentando hacer una portabilidad por teléfono). Pero oye, con un poco de suerte puedes terminar creando tendencia y que la Mencía del mañana sea el Emma de hoy.

III. Los que nunca pasan de moda: Ana, Miguel, Jesús, Santiago, María...

Pros: no te sentirás avergonzado del nombre que le has puesto, ni tu hijo tampoco. Generacionalmente hablando no quedará encasillado. ¡Bien pensado, menudo padrazo vas a ser! Además es un nombre elegante, con clase y, por qué no decirlo, lo bonito que es tener un vínculo común con personas que vivieron décadas, qué digo décadas, siglos, atrás.
Contras: sí, el nombre es más bien anodino. Casi seguro que aparece en la biblia o perteneció a alguien de la realeza. El lado bueno es que se trata de un nombre que se sobrepone a cualquier generación: y es que Ana no te identifica con una persona mayor... ni con una joven. Pero ojo, son menos populares de lo que solían ser; el espectro es ahora mucho mayor de lo que era hace medio siglo por lo que pueden estar en el inicio de su declive.

IV. En auge: Lucía, Izan, Emma, Daniela, Hugo, Martina, Érika...

Pros: tu hijo tendrá un nombre de su tiempo. Han nacido 8 veces más Hugos en España desde el año 2000 que en todo el siglo XX. Y eso no es malo en absouto. Tu hija se sentirá fuerte y segura con su nombre: es una Daniela en la generación de las Danielas. Para tu hija Martina su compañera de clase, Cristina, llevará nombre de señora, y dará gracias de tener un nombre que la identifique con su joven edad. Me imagino que sentirá algo parecido a lo que, en su momento, yo pensaba de mis compañeros de clase Francisco, Milagros o Ramón.
Contras: como padre te define: fuiste grunge en los noventa, te descargaste Pokemon Go para jugar una semana y, en los últimos años, le has dado al gintonic a pesar de no gustarte su sabor. Sigues las modas, conoces bien el momento y te adaptas a él. Y claro, eso se aplica también en la elección del nombre de tu bebé. Quieres algo original pero actual aunque, por desgracia, es inevitable que con el tiempo tu elección se convierta en el nombre de moda del momento. Vaya decepción. Es casi seguro que una futura niña llamada Centauri Xanadú (no me juzgues, no es fácil imaginar los nombres de moda de dentro de 50 años) verá Izan como el nombre de un abuelo. Pero no hay que preocuparse, para eso falta mucho.

V. Siempre a más: Gonzalo, Pablo, Sara, Bruno...

Pros: perteneciendo a este grupo es un nombre que gusta, de eso no hay duda. Y parece que a cada generación le gusta más que a la anterior. No será fácil ubicarlo en ninguna década en concreto por lo que encajará en todas: es un nombre para la eternidad. Eso sí, con las tendencias actuales en 2080 todos los que nazcan se repartirán estos pocos nombres.
Contras: pues eso mismo, en 2080 todos los que nazcan se repartirán estos nombres, TO-DOS. Cuando ya pensábamos que Gonzalo era el nombre identificativo de la década, van los padres de la siguiente y la superan. Ojo con 2080, no lo digo más.

VI. Tuvieron su momento: Raquel, Pau, María José, Cristina, David, Francisco...

Pros: es fácil ubicarlos en su década. Si conoces alguna Raquel o algún David, casi seguro que han nacido en la década de los 70 o posterior, María José triunfó en los 60 y 70, Eva en los 70 y 80, la Cristina que conoces tendrá, seguramente, entre 25 y 45 años, y Pau menos de 25 (aunque ya sé que el Pau que el que tú estás pensando es algo más mayor). Los que llevamos uno de estos nombres estamos irremediablemente vinculados a nuestra generación.
Contras: en el colegio había cuatro David en cada clase por lo que al final te llamaban por tu apellido. Si eliges el nombre de moda de un momento pasado circunscribes a tu hijo a una generación concreta y quizá no es lo que busques, sobre todo porque, en este caso, no será su generación. A pesar de todo estos nombres siguen gozando de popularidad.

VII. Los olvidados: Remigia, Telesforo, Tiburcia, Eustaquio, Celedonio...

Pros: no nace una Tiburcia en España desde los años 60 (al menos el INE no lo recoge) por lo que tu hija tendrá un nombre realmente exclusivo.  Podría ser que hasta saliese en las noticias: ¡la primera Tiburcia de España en 50 años! La cara que se le va a quedar a tus familiares y amigos cuando le presentes a tu bebé Eleuterio puede ser memorable. ¡Menudos buenos ratos que vas a pasar! Sin duda todo un acierto.
Contras: te desvincula completamente de tu generación (y te vincula con la de tus bisabuelos). Antes de lanzarte por uno de estos nombres piensa en tu hijo y cómo se sentirá en la reunión anual de Sisebutos; como poco le será difícil encontrar temas de conversación con personas de 60 años más que él.

VIII. Los de tus ídolos del cine, la tele, la música o el deporte: Leia, Neo, Shakira, Prince, Rihanna, Justin, Arale, Elvis, Chenoa...

Pros: se me ocurren pocos. Tu bebé no tiene la culpa de que seas ultra-fan del waka-waka y quieras hacerle un homenaje llamándola Shakira. Por favor, piénsatelo dos veces antes de ir al registro con una canción de Justin Bieber en la cabeza o después de haber visto todas las temporadas de Juego de tronos. Estadísticamente hablando, al menos. tendrá cierta exclusividad.
Contras: tu hijo te odiará para siempre. Cuando le pregunten por su nombre tendrá que responder a la ineludible siguiente pregunta:
― ¿Me dice su nombre?
― Rihanna García.
― ¡Uy, Rihanna! ¿Te llamas como la cantante, no?
― ¡Buuuuufff!  ¡Qué condena madre mía!
Incluso aunque en el futuro tu hijo Prince cambie de nombre, cosa perfectamente entendible por cierto, puede tener que seguir aguantando la broma de turno: «¡mira! Ahí va Miguel al volante, el taxista anteriormente conocido como Prince».
A modo puramente informativo, el abanico de nombres de este grupo es numeroso. Casi cualquier famoso real o de ficción tiene su hueco: Lenin, Abba, Neymar, Daenerys o Khaleesi... son nombres de personas nacidas en España.. Por ponerle números a los relacionados con la música, por ejemplo, en España hay registrados 56 hombres que se llaman Abba (con una edad media: 33 años), 123 mujeres llamadas Queen (edad media: 30,5 años), 665 Elvis (edad media: 26,3 años) y 179 Prince (edad media: 28,3 años).

Las modas recurrentes. La abuela Julia y la nieta Julia

Los nombres tienen su momento, Jose Antonio en los 60, Sonia, Óscar o Mónica en los 70, Iván en los 80, Jennifer en los 90 o Claudia en los 2000, son nombres representativos de sus décadas. De hecho, en muchos casos (como Sonia) acumulan más nacimientos en su década de apogeo que en el resto de décadas juntas.
Hay nombres que irrumpen con fuerza en un momento dado, habiendo pasado desapercibidos o incluso habiendo permanecido inexistentes durante mucho tiempo. Así la abuela Julia ha dado paso a la nieta Julia, y con más fuerza que antaño, algo parecido a lo que pasa con María, Carmen o Anastasia.

BONUS NOMINAL:

En España hay 30 mujeres llamadas España. Parece lógico, sin embargo hay 33 mujeres llamadas Italia, 129 Francia, 613 Argelia, 680 Kenia (que, por cierto, tienen la edad media más joven: 22,5 años) y 2.726 Argentina. Australia lo intenta pero se queda en 23 en todo el país.
Y si hablamos de continentes tan solo se nos escapa Europa y Antártida (o hay menos de 20 en toda España). Hay 31 Oceanía, 737 Asia (con una edad media de 19,7 años), 1.643 América (y 431 Américo) y 12.164 África.

Como cabría esperar hay menos Feliz (55) que Felicísimo (1.153). Me parece muy normal, pudiendo elegir prefiero ser Felicísimo. Sin embargo hay mas Reina (336) que Emperatriz (182), y además son, de media, más jóvenes. En España viven 30 Stalin (29 años de media) y nada menos que 924 Franco, que vale, que al tratarse de un nombre italiano tiene explicación. Según el INE, ningún Hitler.


No pierdas nunca tu capacidad para asombrarte. Hola qué quizá no conozcas.
 “La cámara es un instrumento que enseña a la gente cómo ver sin cámara.”
 Dorothea Lange

Que las cosas no son siempre lo que parecen es algo sabido por todos. Hace un tiempo los incondicionales de este blog pudisteis disfrutar de diez fotografías históricas que eran difíciles de comprender sin un pie de foto aclaratorio. Pues si os quedasteis con ganas de más, y si no tambiénos dejo a continuación otras diez fotografías (más un bonus) que necesitan, de nuevo, una explicación:

1
núcleo de plutonio de la bomba Fat Man

¿Qué parece?
Un joven saliendo de un barracón portando algo en su mano, quizás unas botellas de refrescos o la caja con su almuerzo.

¿Qué es en realidad?
El joven de la imagen es Harold Melvin Agnew, un reconocido físico estadounidense fallecido en 2013 y que, en 1945, cuando fue tomada la fotografía, era uno de los científicos inmersos en el proyecto Manhattan y participantes en la misión Hiroshima, el primer ataque nuclear de la historia (voló en otro avión tras el Enola Gay). Lo que sostiene en la mano es el núcleo de plutonio de la bomba Fat Man, la bomba arrojada sobre Nagasaki tres días después de la de Hiroshima y que fue la causa directa del fallecimiento de 70.000 personas. Una pequeña caja que cambiaría el curso de la historia. [Fuente + Info (donde, por cierto, también explican que hubiese pasado si se le hubiese caido al suelo)].


No pierdas nunca tu capacidad para asombrarte. Hola qué quizá no conozcas.
El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia.
Woody Allen. Actor, director y escritor estadounidense.

Un tesoro de 20.000 pelotas bajo el agua

Jim Reid (izquierda) sacando pelotas de un lago y su mujer e hijas (derecha) clasificándolas. Imagen.

En los años 80 Jim Reid vivía en Florida, donde trabajaba como inspector en el parque de atracciones de Disney World. Con los 250 dólares semanales que ganaba tenía suficiente para mantener a su familia y poder costearse clases y un equipo de buceo . Esa afición le sirvió para explorar en busca de monedas y objetos de valor. Cierto día fue invitado por un amigo a pasar una jornada  jugando al golf en un campo cercano al parque donde trabajaba. Conocedor de su afición su anfitrión le sugirió que la próxima vez que fuese se trajera su traje de buzo y probase a meterse en el estanque del campo, donde quizá encontrase alguna cosa que valiese la pena. Así lo hizo, y lo que Jim vio aquella tarde bajo la superficie del estanque le cambiaría la vida.
El fondo estaba cubierto completamente por una alfombra blanca. !Había miles de pelotas de golf!. Sacó unas cuantas y las examinó a la luz del día. La mayoría estaban como nuevas. Se las enseñó entonces al administrador del campo de golf, quien le ofreció diez centavos por cada pelota que le devolviese en perfecto estado.

No pierdas nunca tu capacidad para asombrarte. Hola qué quizá no conozcas.
Habitantes de Sarajevo andando a cubierto en una calle de «muerte fácil». Marzo 1993. Fuente.

«La gente hacía cola para cruzar un espacio abierto. Cuando tu turno llega no puedes dudar, cuanto más esperes más preparado estará el francotirador. Uno, además, quiere separarse del miedo que transpira esa multitud que aguarda. Y corres.»
 Aleksandar Hemon en «La cuestión de Bruno»
El 14 de diciembre de 1995, tal día como hoy de hace 20 años, se firmaba en París la versión final del documento que suponía el fin de la Guerra de Bosnia, uno de los muchos conflictos armados que asolaron la antigua Yugoslavia en la década de los 90. Casi un mes antes, en la base aérea de Wright-Patterson (EEUU), Croacia, Yugoslavia y Bosnia-Herzegovina habían firmado los Acuerdos de Dayton por los que se ponía fin a la cruel guerra civil que había despedazado la República Federal Socialista de Yugoslavia. El enfrentamiento bélico, causado por una compleja combinación de factores políticos, históricos y religiosos, siguió al final de la guerra fría y a la caída del comunismo de Yugoslavia, en lo que supuso el primer gran conflicto bélico en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Años antes, en febrero de 1992, los habitantes de la República socialista de Bosnia y Herzegovina decidieron, en referéndum y pese al boicot por parte de los serbobosnios, su independencia de la República Federal Socialista de Yugoslavia. La sección del Ejército Popular Yugoslavo ubicada en Bosnia-Herzegovina jura entonces fidelidad al nuevo estado, organizándose en el Ejército de la República Bosnia-Herzegovina (ARBiH), La numerosa comunidad serbia de Bosnia forma, por su parte, el Ejército de la República Srpska (VRS). Éste nuevo ejército, junto con el Ejército Popular Yugoslavo (JNA), se sitúa en las colinas que rodean la ciudad de Sarajevo. Con las posiciones tomadas, el asedio más largo que hoy recuerda Europa estaba a punto de comenzar.

Aquel 5 de abril de 1992, día de la declaración de independencia, una gran masa se manifestó en Sarajevo contra lo que parecía una guerra inminente, pero que aún se consideraba evitable. Al final de la marcha, hombres armados abrieron fuego contra la multitud desde la sede del Partido Democrático Serbio y mataron a dos personas. A pesar de que este momento se toma como inicio de la guerra, lo cierto es que en los meses anteriores ya había habido enfrentamientos y ambos bandos afirman que la primera víctima cayó de su lado. Pronto esos disparos darían paso a los proyectiles de artillería lanzados desde las colinas y a las balas de los francotiradores [aviso: contenido sensible].

Cartel advirtiendo del peligro de francotiradores en un cruce de la calle Mariscal Tito. Fuente.

Un cartel clavado en una farola de una calle de la parte vieja de la capital, avisa: «¡Peligro, francotiradores! (pazi snajper!)». Había decenas de avisos como éste en las más de cuarenta zonas de «muerte fácil» de Sarajevo. Los francotiradores liquidaban a la gente con precisos fusiles Dragunov o Mauser de cerrojo, equipados con avanzadas miras telescópicas japonesas o alemanas, convirtiendo la ciudad en su particular coto de caza.

Sniper Alley, Sarajevo
Vista de Sarajevo durante la guerra. A la derecha el río Miljacka, a la izquierda la avenida Mese Selimovica. Fuente.

Los habitantes de la ciudad arriesgaban su vida diariamente si se veían forzados a cruzar el bulevar principal de la ciudad o alguna de las calles cercanas, que, a partir de las primeras muertes empezó a conocerse en Bosnia y en el mundo como la «Sniper Alley, Sniper Avenue o Avenida de los Francotiradores» (en bosnio: «Snajperska aleja»). Comenzó entonces un simulacro de vida en la ciudad cercada. 

BBC News. Mapa del sitio de Sarajevo. Zonas bajo control Bosnia y Serbobosnia.

El nombre real de la avenida es Mese Selimovica, una céntrica calle de Sarajevo, cerca del río Miljacka, cuyas proximidades fueron tomadas al inicio de la guerra por francotiradores serbios que disparaban a cualquier persona, fuese civil o militar, que pasara por allí. Escondidos en edificios de gran altura, hombres armados abren fuego indiscriminado contra los transeúntes desde la orilla serbia del Miljacka: hombres, mujeres, niños [aviso: contenido sensible], bomberos, fuerzas de paz de la ONU y soldados del ARBiH fueron asesinados. El día a día se convirtió en correr de una acera a la siguiente sin saber si llegarías con vida. En una de las fotografías de Roger M. Richards sobre el asedio, se ve a una mujer con traje y bolso corriendo por la calle: así era como iba cada mañana hasta la oficina donde trabajaba.

Holiday Inn en plena «avenida de los francotiradores». Fuente.

Con la llegada de las tropas de la ONU a mediados de 1992 los habitantes creyeron que el infierno iba a llegar a su fin. Nada más lejos. La UNPROFOR, creada por la ONU como fuerza de paz para la guerras yugoslavas, llegó dos meses después del inicio del asedio entre aplausos de los habitantes de la ciudad. Era difícil de aceptar que una capital europea, que había sido sede de unos Juegos Olímpicos de Invierno ocho años antes, pudiese llevar cercada más de dos meses ante la inoperancia y la pasividad de políticos y diplomáticos del resto del mundo. Nadie en sus cabales podría imaginar que aquella situación duraría tres años y medio.
Los cascos azules franceses que protegían a la población civil respondían con fuego cada agresión. «Cada vez que actúan los francotiradores contestamos con una o dos ráfagas de nuestra ametralladora de 20 milímetros» explicaba la oficial Miriam Souchaki, portavoz de las tropas francesas en Sarajevo. Tampoco ellos escapaban de las balas.

Tropas de la UNPROFOR en las inmediaciones de la avenida Mese Selimovica. Wikimedia.

Cruzando la calle en pequeños grupos escudados por la UNPROFOR, 1993. Fuente.

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Abril de 1993, una mujer vuelve a casa a través de una de las secciones más peligrosa de la avenida Mese Selimovica.

Los francotiradores no son la única preocupación de la gente pero sí su peor pesadilla. Están ahí desde el primer día de la guerra y, tras la masacre del mercado [aviso: contenido sensible], de febrero de 1994, la artillería que rodea la ciudad se ha retirado, únicamente debido a la exigencia de la comunidad internacional, que amenazó con bombardeos aéreos de la OTAN sobre sus posiciones si no lo hacían. Han esperado al último día del plazo.

«El miedo es como una bola de acero que te muele las tripas. La sangre te palpita en las sienes. Los ojos apenas ven un par de metros adelante. El silbido de las balas te sigue detrás. Y cuando llegas al otro lado, el nivel de adrenalina es tan intenso que te hace ver todo con extrema claridad. Y es cuando no entiendes nada.»
 Aleksandar Hemon en el libro «La cuestión de Bruno».


La retirada de la artillería serbia de las montañas fue el inicio del fin de la guerra y supuso un respiro para los habitantes de Sarajevo. La guerra continuó durante la mayor parte de 1995. Ese año los serbobosnios comenzaron una campaña sistemática de ataques a «zonas seguras», lo que puso a las fuerzas de la ONU en su contra. Después de la segunda masacre de Markale y cuando las fuerzas serbias irrumpieron en un almacén de armas supervisado por la ONU, la aviación de la OTAN atacó depósitos de municiones serbios y otros objetivos militares estratégicos. Los serbios fueron perdiendo terreno tanto en las inmediaciones de Sarajevo como en otras zonas. La ciudad fue recuperando poco a poco los servicios básicos de electricidad y agua.

Aunque a finales de ese año se firmó un alto el fuego, el Gobierno de Bosnia no declaró oficialmente el fin del sitio de Sarajevo hasta el 29 de febrero de 1996, cuando las fuerzas serbias abandonaron sus posiciones en los alrededores de la ciudad.

1 chair, 1 soul
En 2012, 20 años después del inicio del conflicto, 11.541 sillas rojas, una por cada víctima del asedio de Sarajevo conmemoraron aquel drama. Fuente.

El asedio de Sarajevo fue uno de los más terribles, crueles y recordados episodios de la guerra de Bosnia. Duró 1425 días, 630 más que el de Leningrado, y sus consecuencias fueron devastadoras. Se estima que, durante los más de tres años que duraron los enfrentamientos de la hoy capital bosnia, casi 12.000 personas perdieron la vida y 50.000 resultaron heridas, el 85% de las bajas fueron civiles, y su población se redujo más de un tercio.

Para saber más:
► Informe Semanal - 20 años de la guerra de Bosnia (15:16) [aviso: contenido sensible]

Fuentes: mediavida, el país, wikipedia I, II, III, IV, V, clarín, BBC, heraldo.

No pierdas nunca tu capacidad para asombrarte. Hola qué quizá no conozcas.
El propio Oliver Sacks dijo una vez que él siempre quiso ser un «verdadero científico», alguien que trabajase en un laboratorio, que llevase a cabo experimentos y que presentase estudios para prestigiosas revistas académicas. Tristemente nos acaba de dejar pero probablemente, será recordado más por su trabajo como escritor y divulgador en el campo de la neurología, que como investigador.

Oliver Sacks y Robin Williams durante el rodaje de la película Despertares (1990). Fuente.

«Por encima de todo, he sido un ser sintiente, un animal pensante, en este maravilloso planeta y esto, en sí, ha sido un enorme privilegio y una aventura», escribió en el New York Times, pocos meses antes de morir, este insólito neurólogo, cuyos libros sobre los recovecos de la mente humana, como El hombre que confundió a su mujer con un sombrero o Despertares, han vendido millones de ejemplares en todo el mundo y han sido adaptados al cine.
Es precisamente por la adaptación de esta última novela autobiográfica al cine, por lo que quizá oyeses hablar de Oliver Sacks por primera vez. Posiblemente la película debería ser de obligado visionado para estudiantes de disciplinas sanitarias o científicas, aunque deje perplejos a todo tipo de espectadores, más si cabe por su carácter de «basado en hechos reales», a pesar de que pueda pecar de cierta sensiblería (sí, al igual que vosotros, yo también llevo un crítico de cine en el bolsillo ¡y a veces se escapa el muy rufián!). 


No pierdas nunca tu capacidad para asombrarte. Hola qué quizá no conozcas.


Vuela sobre un paisaje lunar. Se posa sobre la superficie de un cometa. Un fantasma con traje de buzo. El vídeo no es ninguna novedad pero algo tan alucinante no podía dejar de incluirlo en el blog.
Filmado finales del año pasado por el director y cámara submarino Julie Gautier, esta increíble película muestra al buzo Guillaume Néry arrastrado por la rápida corriente marina a través del paso de Tiputa, en el atolón de Rangiroa situado a 350 km al noreste de Tahití. 


No pierdas nunca tu capacidad para asombrarte. Hola qué quizá no conozcas.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, no podría estar más de acuerdo. Pero muchas veces una imagen no es capaz, por sí sola, de explicar la historia que hay detrás.

Cada vez que ponemos un marco al mundo, lo que queda en el interior está sujeto a la interpretación.... Retratamos tan solo 35 de los 360 ​​grados y lo llamamos foto. Hay un número infinito de maneras de hacer esto.
Joel Sternfeld, fotógrafo.

Estas diez fotografías necesitan una explicación:

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¿Qué parece?
Uno de esos puzzles en blanco y negro que solo tienen algún detalle en color o quizá un nuevo filtro de instagram.

¿Qué es en realidad?
Se trata de un pueblo totalmente cubierto por la ceniza arrojada por el volcán Pinatubo (Luzón, Filipinas) en su erupción más reciente, en junio de 1991. Aunque la imagen pueda parecer hasta bella, lo cierto es que tras esa erupción una nube ardiente viajó a gran velocidad, con una enorme fuerza destructiva y temperaturas de entre 350 Cº y 1000 Cº arrasando todo lo que encontró a su paso. Murieron 847 personas y 250.000 se quedaron sin hogar. [más info]. [Galería de fotos de World Press Photo].


No pierdas nunca tu capacidad para asombrarte. Hola qué quizá no conozcas.

La única mujer de la fotografía superior se llama Kathrine Switzer. En 1967 se convirtió en la primera atleta femenina en inscribirse y participar en el Maratón de Boston. Desde la perspectiva actual puede no significar gran cosa pero en aquel instante supuso un desafío a las normas establecidas que impedían su participación en una prueba, en aquel momento, reservada en exclusiva a hombres.

Kathrine logró su objetivo con pasmosa naturalidad. Se preparó físicamente y con tiempo suficiente para correr la prueba, consiguió un formulario, se inscribió como K.V. Switzer, sus verdaderas iniciales, y lo envió a la organización de la carrera. Sin sopechar ni remotamente que se trataba de una mujer, los directores de la prueba recibieron la hoja de inscipción debidamente cumplimentada y la inscribieron de manera oficial.
Y como era de esperar, allí se presentó aquel frío día de abril de 1967 en la 70ª edición del Maratón de Boston para tomar la salida con el resto de corredores. Por suerte para ella no iba a estar sola, la acompañaban su entrenador, Arnie Briggs, y su novio, Tom Miller, que también estaban inscritos en la carrera.
Pero Kathrine estaba a punto de pasar a la historia del deporte no solo por ser una pionera femenina, sino porque cuando uno de los directores, llamado Jock Semple, se dio cuenta  a mitad de la carrera de que una mujer corría en su prueba saltó tras ella para detenerla. Su novio y otros corredores empujaron al juez apartándolo de Kathrine y posibilitaron que continuase la prueba. Las imágenes del incidente ocuparían página en muchos diarios del día siguiente. Después de ese  intento fallido nadie volvió a tratar de frenarla y terminó la carrera con un tiempo de 4 horas y 20 minutos. Y, nada más cruzar la meta, fue descalificada.


No pierdas nunca tu capacidad para asombrarte. Hola qué quizá no conozcas.
A principios de 1984 el piloto norteamericano Robert Moriarty y su compañero Richard Fenwic se  inscribieron en una carrera aérea que uniría las ciudades de París y Libreville. Moriarty era un piloto con una dilatada experiencia lo que hacía que partiesen como uno de los equipos favoritos a la victoria. Sin embargo la mala suerte se cruzó en su camino y cuando sobrevolaban Portugal un inesperado fallo en el motor de su aeronave les obligó a realizar un aterrizaje de emergencia en Faro. Ya sin posibilidades de victoria decidieron abandonar la competición. Después de reparar el avión, y de vuelta en París mientras disfrutaban de una buena cena, se les ocurrió una idea que les haría famosos.

Avión a través de la torre eiffel 
La mañana del sábado 31 de marzo de 1984 Moriarty presentó un plan para volar desde el parisino aeropuerto de Le Bourget a Shannon, Irlanda. Despegó del aeropuerto de Paris a los mandos de su Beechcraft Bonanza y se dirigió al norte para que el control del tráfico aéreo local no sospechase de sus intenciones. Luego viró su rumbo para dirigirse directamente a la torre Eiffel. Volando bajo y lento se acercó al icono francés. Llegado el momento se alineó con la cara sur de la torre, sobrevoló el kilómetro de longitud de los jardines del Campo de Marte ante la atónita mirada de parisinos y turistas, y atravesó el arco de la torre a escasos metros del suelo.
Previamente Moriarty y Fenwic habían contado sus planes a una agencia gráfica francesa para que tomase fotografías desde el suelo, pero estos fueron más allá y le propusieron llevar un cámara en el aeroplano. A Moriarty y Fenwic les gustó la idea de dejar recogida su hazaña en video y aceptaron.

No pierdas nunca tu capacidad para asombrarte. Hola qué quizá no conozcas.
Fotografía tomada por Stuart Franklin [Fuente]

Era la tarde del 5 de junio de 1989 cuando se captó la imagen que daría la vuelta al mundo, sin pasar por China. Un hombre, solo, impávido, hacía frente a una columna de blindados del Ejército Popular de Liberación en la pequinesa avenida Chang'An Dà Jie (Gran Avenida de la Paz Eterna, paradojas de la historia). En una conmovedora protesta individual, horas después de que cientos de jóvenes murieran bajo las cadenas y los proyectiles de esos mismos acorazados, un desconocido, cargado con dos bolsas de la compra, les desafiaba.


La imagen fue captada al mismo tiempo por cuatro fotógrafos desde los balcones del Hotel Beijing, junto a la plaza de Tiananmen: Arthur Tsang Hin Wah para la Agencia Reuters, los estadounidenses Jeff Widener, para Associated Press y Charlie Cole, para la revista Newsweek, y el británico Stuart Franklin, de Magnum, para la revista Time.


No pierdas nunca tu capacidad para asombrarte. Hola qué quizá no conozcas.
La mañana del 7 de agosto de 1974 pudo contemplarse en Nueva York un espectáculo memorable. Una escena jamás vista, tan inesperada como bella, y que nunca sería olvidada por los afortunados neoyorquinos que aquel gris día la pudieron presenciar.


Durante la noche anterior, un joven francés llamado Philippe Petit, ayudado por algunos amigos y colaboradores, había tendido un cable de acero entre las dos torres del recién nacido World Trade Center. Para ello habían tenido que burlar la seguridad de los rascacielos, algo que no era especialmente difícil. Petit ya lo había logrado antes en varias ocasiones, haciéndose pasar en todas ellas como trabajador de la construcción de unas torres que en aquel momento no estaban completamente terminadas. Durante meses había estado visitando ambas azoteas con objeto de estudiar cada detalle de su plan. Un plan que llevaba madurando años. Iba a realizar un número que dejaría estupefactos a todos y no quería, ni podía, dejar margen a la improvisación.


No pierdas nunca tu capacidad para asombrarte. Hola qué quizá no conozcas.

1. William Winram entre tiburones


A veinte metros bajo la superficie del Océano Índico William Winram interactúa con un tiburón tigre, [imagen superior]. Winram, campeón de buceo a pulmón, se ha erigido como uno de los mayores defensores de los tiburones, a los que no duda en acercarse cada vez que tiene la oportunidad. Hoy reparte su tiempo, junto al fotógrafo Fred Buyle, entre la filmación bajo el agua, la fotografía y la colocación de dispositivos de seguimiento a tiburones con fines de investigación.


No pierdas nunca tu capacidad para asombrarte. Hola qué quizá no conozcas.
Cuando el ejército griego derrotó a los persas en la batalla de Maratón, Filípides salió corriendo hacia Atenas para dar la grandiosa noticia. La leyenda dice que, tras recorrer los 40 kilómetros que separaban el campo de batalla de la polis griega, Filípides se derrumbó agotado por el titánico esfuerzo, aunque antes de morir y con su último aliento fue capaz de articular una postrera palabra: «νίκη» (—Níki—, victoria en griego antiguo). No podía imaginar que veinticuatro siglos después su gesta daría nombre a la prueba atlética de resistencia por antonomasia.

Y es que desde que el Maratón se incorporó al programa olímpico en la categoría masculina en 1896 —la categoría femenina tendría que esperar ni más ni menos que a 1984— se han vivido multitud de anécdotas y emociones, han nacido héroes, se ha cazado a tramposos e incluso se ha colado algún protagonista no invitado.

Norbert Sudhaus encarando los últimos metros

El 10 de septiembre de 1972 se celebraba la prueba de maratón de los Juegos Olímpicos de Munich. El alemán Norbert Sudhaus entró primero en el estadio, le faltaban menos de 500 metros para llegar a la meta. Los espectadores le alentaban y se levantaban de sus asientos a su paso, insuflándole energías para ayudarle en el último esfuerzo. Era algo completamente lógico, se trataba del corredor que se iba a convertir en campeón olímpico, y además era alemán, como la mayoría de la gente del estadio. Lo que no sabían aquellos espectadores era que ese último esfuerzo no era tal, Sudhaus no era un corredor olímpico, no había participado en competición atlética alguna en su vida, se había unido a la carrera metros antes de entrar en el estadio.
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El Carnaval de Río de Janeiro es un festival de fama mundial y está considerado el mayor del mundo, con dos millones de personas que cada día salen a sus calles dispuestas a disfrutar de la fiesta.
El desfile principal se lleva a cabo en el Sambódromo en donde las escuelas de samba compiten desfilando por una avenida rodeada de tribunas. Cientos de miembros de cada escuela vestidos con ropas uniformes compiten y danzan siguiendo coreografías previamente acordadas y siguiendo músicas originales. Cada escuela elige un tema particular como motivo central, tal como un evento histórico, una persona famosa o una leyenda nativa brasileña. Se trata del clímax del carnaval.
Filmado por Jarbas Agnelli y Loutit Keith en 2011, este maravilloso video está hecho con aproximadamente 170.000 imágenes fijas. Espero que lo disfrutéis como yo (el desfile propiamente empieza en 2:15).

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Desde que la más famosa competición de baloncesto del mundo, la NBA, se fundase en Nueva York una calurosa mañana de junio de 1946 han participado en ella miles de jugadores. De todos ellos el más alto que jamás haya disputado al menos un partido medía 2'31m, de hecho este record de altura lo comparten dos jugadores, el sudanés Manute Bol y el rumano Gheorghe Muresan. Por contra, el jugador más bajo que ha llegado a participar, Tyrone Bogues, apenas superaba el 1'60m.


Curiosamente el destino hizo que ambos coincidiesen en tiempo y lugar. Bogues fue elegido en la posición duodécima del draft de 1987 por los Washington Bullets por lo que en su primera temporada en la NBA, tendría como compañero de equipo al, ya famoso por aquel entonces, Manute Bol. Con 71 cm de diferencia las portadas de revistas no se hicieron esperar.

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luigi gigi meroni

Era la tarde del 15 de octubre de 1967 y el Torino había ganado 4-2 a la Sampdoria. Luigi Meroni había sido titular en aquel partido. El defensa del Torino era, en la segunda mitad de los años sesenta, el jugador más carismático no sólo del equipo turinés, sino de todo el fútbol italiano.

Denominado «Calimero» por el famoso pollito de los dibujos animados, ya que era pequeño, de apariencia frágil y lucía un peculiar peinado, Meroni no era sólo un futbolista, sino también un «personaje genial» dentro y fuera de los terrenos de juego.
Con el número 7 a la espalda, Gigi Meroni, era extravagante en todos los aspectos de su vida, era un bohemio que cada domingo se disfrazaba de jugador de fútbol. Se decía de él que alguna vez había driblado al portero y con la portería vacía lo había esperado para volver a regatearlo una segunda vez antes de hacer el gol.
Con esa misma extravagancia se comportaba también fuera del campo de fútbol. Escuchaba a los rebeldes Beatles, amaba el jazz, y tenía la melena y la lengua insolentemente largas. Se le podía ver habitualmente paseando su gallina por las calles del centro de Turín. Dio lugar, incluso, a una forma de vestir bohemia que fue seguida por muchos jóvenes de la época.

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Alfred Hitchcock es probablemente uno de los directores más reverenciados del séptimo arte.
Es difícil escribir algo sobre él sin tener la sensación de estar repitiendo lo que ya todo el mundo sabe, o por lo menos lo que todos deberían saber, sobre un hombre que prácticamente creó un estilo cinematográfico e inspiró a una generación de nuevos cineastas. No me voy a alargar más en descripciones del genio pero sí hablar de un aspecto peculiar de sus filmes, de sobra conocido por todos.

Una de las marcas de identidad en las películas de Hitchcock era precisamente los cameos que él mismo protagonizaba. Según el propio Hitchcock comentó, todo comenzó cuando el director se prestó a cubrir un papel como extra en una escena que precisaba de más gente de la que había en el plató, en la película El enemigo de las rubias (1926). Desde ese momento se convirtió en una suerte de sello personal, algo que le gustaba a él y al público que acudía a sus proyecciones.

En sus primeras películas no era fácil encontrarlo, ya que se escondía entre multitudes y nunca hacía nada que llamara la atención, pero a medida que su fama fue creciendo, sus cameos fueron más visibles y llamativos. Llegaron a ser tan famosos, que en sus siguientes películas la genial idea se le volvió en contra, haciendo que muchos espectadores estuviesen más pendientes del momento en que el director aparecía en escena que de la trama de la película. Para evitar esto, comenzó a realizar los cameos durante los primeros minutos para que los espectadores no se entretuvieran buscándolo a lo largo de la película y pudieran centrarse en el argumento.
A continuación, algunos de los cameos del maestro del suspense.


Puedes ver aquí todas las escenas de sus cameos.

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Original: blog.uncovering.org.

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Rita Hayworth fotografiada en bikini a mediados de los años cuarenta. Fuente: Life Magazine.

Los hombres no me miraban cuando era delgada, pero....

desde que gané 4 kg tengo todas las citas que quiero.

Así se anunciaba un tónico que prometía engordar en la década de 1930, cuando estar muy delgado no era síntoma de buena salud y tampoco se asociaba a la belleza.
La actual preocupación de mantenerse en el peso ideal es reciente. Comenzó a principios del siglo pasado y caló enormemente en el último cuarto a raíz del creciente número de personas con problemas de obesidad y el interés por el aspecto físico. De hecho, estar delgado no siempre estuvo de moda, es más, nunca lo había estado hasta hace bien poco. La obsesión de muchas mujeres durante gran parte del siglo pasado era poder meterse en el traje de baño...sin que sobrase traje de baño. Por suerte existían productos dirigidos especialmente a ellas y que les ayudaban a lograr esa ansiada figura.


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La gente a menudo se sorprende de sus propias reacciones psicológicas. Las personas que han padecido depresión, a menudo se asombran cuando recuerdan que han pensado en matarse. Los pacientes que se recuperan de graves trastornos psiquiátricos, habitualmente se quedan atónitos al recordar sus síntomas y sus conductas durante el episodio.

El síndrome de Estocolmo, como la mayoría ya sabe, es un estado psicológico en el que la víctima de un secuestro, o la persona retenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad con su secuestrador. Este comportamiento era ya conocido y estaba documentado antes de ocurrir los hechos que le dieron su nombre. Había sido observado, por ejemplo en campos de prisioneros de la Segunda Guerra Mundial. La pregunta que le puede asaltar a uno es, entonces, ¿Por qué Estocolmo?

El Síndrome fue así bautizado después de un famoso atraco, en concreto el robo al Kreditbanken en Norrmalmstorg, en la ciudad sueca de Estocolmo, como cabría esperar. El 23 de agosto de 1973, un delincuente armado con una ametralladora entró en el banco de la capital escandinava. Blandiendo su arma, Jan-Erik Olsson, fugado de prisión poco antes, anunció a los aterrados empleados del banco que "La fiesta acababa de empezar". Estaban siendo objeto de un atraco, pero no un atraco más, sino uno, aunque ninguno de los implicados todavía lo sabía, que pasaría a la historia.


En los planes del delincuente todo debía suceder deprisa para salir de la sucursal lo antes posible, pero lo que en su mente parecía un robo perfecto pronto se complicó. Antes de poder salir con el botín la policía ya se hallaba a las puertas del banco. Olsson exigió entonces que se llamase a su amigo Clark Olofsson (delincuente habitual desde los 16 años), a lo que gobierno y policía accedieron con la intención de que ejerciese de enlace con el exterior. En ese momento, ambos delincuentes ya se habían visto forzados a tomar cuatro rehenes, tres mujeres y un hombre, y a mantenerlos atados con dinamita en una cámara acorazada del banco. Así estarían durante las 131 horas siguientes, tiempo que durarían las negociaciones. Durante ese tiempo los secuestradores llegaron incluso a hablar con en presidente del país Olof Palme.

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En 1917 dos cartógrafos ingleses, militares retirados, llegaron a un pequeño pueblo galés para medir la altura de Pfynnon Garw, la montaña que domina la localidad y cuyos ciudadanos consideraban su bien más preciado. La decepción es mayúscula cuando los cartógrafos, tras hacer las oportunas mediciones, anuncian que a Pfynnon Garw le faltan 15 pies de altura para llegar a los 1000 y ser considerada de forma oficial una montaña. Los habitantes del pueblo se pondrán a trabajar juntos para aumentar la altura de su colina y convertirla en una montaña.
Es posible que lo que acabas de leer te suene ya que se trata del argumento de la película El inglés que subió una colina y bajó una montaña. Pero es que hace menos de un mes tuvo lugar, también en Gales, algo parecido, aunque obviamente sin el encanto y romanticismo de la genial comedia británica.

La colina Mynydd Graig Goch en Snowdonia (Gales) figuraba hasta hace unas semanas en mapas y documentos con una altura oficial de 1998 pies (609 metros), muy cerca de la mágica cifra de 2000 pies (609,6m), que la calificaría hoy como una montaña. Sin embargo tres senderistas habituales, John Barnard, Myrddyn Phillips y Graham Jackson, estaban convencidos, en base a vieja documentación, de que su verdadera altura superaba en seis pulgadas (15 cm) el límite de los 2000 pies (609,75m). Unos centímetros que, en este caso, separaban una simple colina de una «colosal» montaña.