Hasta el día en que cayeron las torres del WTC el edificio más alto jamás derribado, de forma controlada eso sí, era el edificio Singer, que curiosamente estaba situado a menos de 200 metros del lugar que ocupaban las torres neoyorquinas. La construcción del Singer Building comenzó en 1906 y en 1908, con 187 m y 47 pisos, se convirtió en el techo de Nueva York, que por aquel entonces era decir el techo del mundo.
Ayer se cumplieron siete años del ataque a las torres gemelas del WTC. Hasta aquel nefasto día el edificio más alto jamás derribado, de forma controlada eso sí, era el edificio Singer, que curiosamente estaba situado a menos de 200 metros del lugar que ocupaban las torres neoyorquinas.

La cúpula del edificio Singer en primer término con el edificio Woolworth al fondo

Pero empecemos con su construcción. El proyecto para ampliar las oficinas centrales de la empresa Singer, en Broadway, comenzó en 1902 cuando la exitosa empresa de máquinas de coser compró las propiedades colindantes al norte y al oeste de su edificio con el objetivo de construir una nueva sede en el mismo lugar que ocupaba la antigua.
El arquitecto, Ernest Flagg, proyectó inicialmente un edificio de treinta y cinco pisos pero en Singer pronto se dieron cuenta de que, con esas dimensiones, enseguida se les quedaría pequeño. Se embarcaron entonces en un proyecto más ambicioso que llevaría a la construcción del edificio más alto jamás visto hasta la fecha.

Cartel publicitario de Singer de 1908 mostrando las edificaciones más altas de la época. 
A la cabeza de ellas su fabulosa sede de Nueva York.

La construcción del Singer Building comenzó en 1906 y en 1908, con 187 m y 47 pisos, se convirtió en el techo de Nueva York, que por aquel entonces era decir el techo del mundo.

panoramica de Nueva York con el edificio Singer
Vista aérea de la torre del edificio Singer (imagen izquierda). Panorámica de Manhattan con el edificio Singer a la derecha (imagen derecha)

La imponente torre del edificio en su emplazamiento del 149 de Broadway

Vista del edificio Singer desde la calle a finales de la década de 1950 (izquierda) y en proceso de demolición, en 1967 (derecha).

Por desgracia su reinado como edificio más alto del planeta fue efímero, duró tan solo un año. En 1909 fue sobrepasado por el Metropolitan Life Insurance Company Tower, también en Nueva York, con 213 metros de altura. Veinticinco años después ya sólo ocupaba el puesto 17º entre los edificios más altos de Manhattan.

El Singer building formando parte del skyline de Manhattan en 1908.

El Singer building formando parte del skyline de Manhattan en 1941.

Más de medio siglo después de su construcción los dueños de Singer decidieron desprenderse de su flamante rascacielos de Manhattan. El edificio, una joya del estilo Beaux-Arts, fue vendido en 1964 a la United States Steel. Sus nuevos dueños pronto concluyeron que el edificio no era rentable ya que la mayor parte de sus pisos se encontraban en la estrecha torre, con planta cuadrada de sólo 20 metros de lado. La solución era sustituirlo, y para ello, antes habría que destruirlo.
Su demolición comenzó en agosto de 1967 mientras, a escasos metros, el futuro World Trade Center comenzaba a levantarse. En lugar de aquel bello edificio, que un día fue el techo del mundo, se construyó una moderna torre con un espacio útil 5 veces mayor, el One Liberty Plaza, que alberga en la actualidad las oficinas administrativas del Nasdaq, Goldman Sachs y el Bank of Nova Scotia entre otras grandes empresas.

Solar dejado por el edificio Singer donde se ubicaría el One Liberty Plaza

Pretty dark skyscraper
One Liberty Plaza. Flickr.

Vista del One Liberty Plaza desde la torre 2 del WTC, 1996. Flickr.

Tras los ataques del 11-S el One Liberty Plaza quedó seriamente dañado y también estuvo a punto de ser demolido. Finalmente, tras varios estudios estructurales, el Liberty pudo mantenerse en pie y evitar así la suerte de su predecesor.


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