El matrimonio de abogados judíos formado por Beate y Serge Klarsfeld dedicó toda su vida a localizar, perseguir y llevar ante la justicia a criminales nazis. En 1971, descubrieron el paradero de Kurt Lischka, un ex jefe de la Gestapo. Sería el primero de una larga lista. Klaus Barbie o Maurice Papon estaban en ella.

El matrimonio de abogados judíos formado por Beate y Serge Klarsfeld dedicó toda su vida a localizar, perseguir y llevar ante la justicia a criminales nazis. Su máxima era “la justicia, no la venganza” y en base a ello lograron encontrar y gestionar la extradición de los responsables de numerosos crímenes de guerra.


Serge, a partir de los años sesenta, abandonó su pasión por Balzac y Stendhal, así como su empleo en la televisión pública, para ocuparse de la historia de todos y cada uno de los 76.000 deportados judíos franceses. Y entre otras cosas encontró 200 valiosas imágenes, realizadas por los nazis, las únicas que documentan la llegada de los trenes de prisioneros a Auschwitz y su posterior selección . En la imagen de arriba: dos generaciones de Klarsfeld en una foto de los años 80. Durante los años 70 se hicieron varios documentales para la televisión en el que los Klarsfeld mostraban su casa y a sus hijos. En 1979 una organización pro-nazi llamada ODESSA lo aprovechó para poner un coche bomba frente a su puerta, afortunadamente sin provocar heridos.


Beate Klarsfeld, nació en Berlín y se consagró a la investigación de los crímenes nazis tras casarse con Serge, cuyo padre murió en el campo de concentración de Auschwitz. Beate participó en la campaña por desenmascarar el pasado nazi de ciertos poderosos, como el ex presidente austríaco Kurt Waldheim. Se ganó la atención internacional cuando lo abofeteó en 1968 por lo que fue condenada a un año de carcel.

En 1971, descubrieron el paradero de Kurt Lischka, un ex jefe de la Gestapo y en aquel momento director comercial de una empresa de Colonia y padre de familia que vivía en Alemania Occidental (su localización fue muy sencilla, curiosamente su nombre y dirección figuraba en la guía de teléfonos). Idearon un plan para secuestrarlo y entregarlo a las autoridades francesas (su enjuiciamiento en Alemania estaba impedido por tecnicismos jurídicos resultantes de una condena previa) que no prosperó. Por ello fueron condenados en 1974 pero las protestas internacionales hicieron que se suspendiera la condena. Cinco años después, en 1979, el condenado sería el propio Lischka.

Lischka el día que fue descubierto por los Klarsfeld al salir de su casa

Lischka sería el primero de una larga lista. Le seguirían, entre otros Klaus Barbie conocido como "El Carnicero de Lyon" por los crueles y sangrientos crímenes que cometió como funcionario nazi. Klaus Barbie vivió casi cuarenta años en la impunidad, refugiado en Bolivia hasta que los Klarsfeld dieron con él. El 5 de febrero de 1983, fue trasladado por fin a Francia e ingresado a la prisión de Montluc, para responder por delitos contra la humanidad. No fue necesario realizar un juicio puesto que ya se le había juzgado en rebeldía en la ciudad de Lyon al término de la guerra. Fue condenado a la pena de muerte por su participación en 4.342 asesinatos, el envío de 7.591 judíos a campos de concentración y el arresto y tortura de 14.311 miembros de la resistencia francesa. Al cabo de 40 años de vida al margen de la justicia se atrevió a declarar que sólo se arrepentía de haber dejado vivos a algunos judíos.


Klaus Barbie durante la guerra

Los métodos utilizados para encontrar y llevar ante la justicia a estos criminales consistían en muchos meses o años de investigación para luego (si el país en donde los encontraban no accedía a extraditarlos) pasar días y días ante las casas de los nazis con el objetivo de captar la atención de los medios internacionales y aumentar la presión social. Sus logros más conocidos son haber llevado ante la justicia a:

ERNST ACHENBACH. Ayudante del embajador alemán O. Abetz, sobre todo, en la campaña antijudía y en la política de fusilar rehenes como represalia por atentados. Después de la guerra, siguió su carrera política en Alemania, hasta que en 1970 fue descubierto por un diario y su carrera destruida por la acción de Beate Klarsfeld. Murió en 1991.




KLAUS BARBIE. Jefe de Asuntos Judíos de la Sipo-SD en Ámsterdam y del Departamento IV de la GESTAPO de Lyon, su mérito fue la detención y muerte de Jean Moulin, jefe de la resistencia francesa, eliminación de elementos del Maquis y el envío de miles de judíos hacia Drancy y Auschwitz hasta Agosto de 1944. Murió en 1991.




KURT LISCHKA. En 1938 fue jefe del Departamento de Asuntos Judíos en Berlín de la GESTAPO. En Junio del mismo año organizó los primeros envíos de judíos a Buchenwald y a Sachsenhausen. Fue uno de los instigadores del pogromo llamado “Noche de Cristal, Kristallnacht”, nombre que le resta su real magnitud que fue: cientos de sinagogas y negocios judíos incendiados, 7.000 negocios saqueados sin intervención de la policía ni de los bomberos, 120 muertos y unos 30.000 judíos fueron puestos bajo arresto y llevados a los campos de concentración recientemente ampliados de Dachau, Buchenwald y Sachsenhausen y despojados de las sumas pagadas por las compañías de seguros por los daños causados a sus propiedades. Murió en 1987.

MAURICE PAPON, el único alto funcionario francés condenado como cómplice de crímenes contra la Humanidad por su papel en la deportación de judíos de Burdeos durante la ocupación nazi. Su juicio de seis meses, celebrado entre octubre de 1997 y abril de 1998, y su posterior condena a 10 años por ordenar el envío de centenares de judíos franceses al campo de detención de Drancy, en las afueras de Burdeos, y desde allí a Auschwitz entre 1942 y 1944, hizo trizas el mito de la inocencia francesa bajo la ocupación y de la Resistencia nacional masiva durante la Segunda Guerra Mundial.

Cuando, en septiembre de 1944, De Gaulle habló a la muchedumbre desde el balcón de la prefectura de Burdeos, Papon estaba a un metro de distancia y salió en la foto. Algunos grupos de la Resistencia le acusaron de colaboracionistas, pero -diezmados y enfrentados entre sí- no pudieron hacer nada.
Condenado a 10 años de cárcel y al pago de 700.000 euros, huyó a Suiza en 1999, pero fue detenido y encarcelado en la Santé de París. Recurrió a todas las instancias jurídicas y políticas, y durante tres años fueron rechazados todos sus recursos. Finalmente, el 18 de septiembre de 2002, el Tribunal de Apelaciones de París suspendió su pena de prisión por razones de salud. Murió en 2007.

Beate y Serge Klarsfeld

En 1984 los Klarsfeld fueron galardonados con la Legión de Honor, la más importante condecoración francesa, y en 1986 su vida fue llevada al cine en la película Nazi Hunter: the Beate Klarsfeld story. Actualmente dirigen una fundación que persigue crímenes contra la humanidad. Otros famosos cazadores de nazis son Simon Wiesenthal, Tuviah Friedman, Yaron Svoray, Elliot Welles, y Efraim Zuroff.

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