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No pierdas nunca tu capacidad para asombrarte. Hola qué quizá no conozcas.
Mientras viajaba a través de los territorios soviéticos, el fotógrafo Danila Tkachenko esperaba días o semanas por la cantidad de nieve adecuada para la fotografía. Todo para captar la perfecta visión de antiguos vestigios de la era soviética como instalaciones aeroespaciales, vehículos militares olvidados o vetustos edificios abandonados. En palabras de Danila: «La envoltura blanca crea una atmósfera especial en las fotografías, una especie de luz muy difusa». Las siguientes imágenes pertenecen a su su obra llamada «Áreas restringidas».

1. Un avión anfibio

Avión anfibio en la nieve

Un Bartini Beriev VVA-14, el avión anfibio de despegue vertical desarrollado por la Unión Soviética durante la década de 1970 para la guerra antisubmarina. Esta aeronave fue diseñada para ser capaz de despegar desde el agua y volar largas distancias a gran velocidad. Podía realizar vuelos a gran altura, pero combinando esta capacidad con la de vuelo a ras de la superficie del mar, utilizando el llamado «efecto suelo», al igual que los Ekranoplanos. Sólo se construyeron dos unidades y la única de las naves que queda es la VVA-14,  N19172 que se encuentra, muy deteriorada, en el Museo de la Fuerza Aérea de Rusia en Monino desde 1987.

2. Un puerto espacial inconcluso

Puerto espacial en la nieve

Huella de la vertiginosa carrera espacial, un puerto espacial nunca terminado en Kazajstán, cerca del cosmódromo de Baikonur, de donde Yuri Gagarin partió en el primer vuelo espacial tripulado en 1961, se erige abandonado a la espera de una segunda oportunidad. Más abandonos cosmonáuticos.


3. Un salón de congresos

Salón de Congresos en la nieve

La antigua sala de congresos soviéticos del partido comunista construida en la cima del monte Buzludzha, Bulgaria. El edificio se construyó en 1981 en honor al «Congreso Buzludzha» celebrado en este mismo lugar en 1891 por Dimitar Blagoev y su partido socialdemócrata búlgaro. Tras la caída del gobierno socialista de Todor Zhivkov, los cambios políticos en Bulgaria desde noviembre de 1989 el monumento fue abandonado y sufrió un deterioro progresivo ante la falta de conservación por parte del Estado Búlgaro, apenas veinte años después de su inauguración.


4. El sumbarino diesel más grande del mundo

Submarino en la nieve

El Museo tecnológico de AvtoVAZ en Tolyatti, Rusia guarda el submarino diesel más grande del mundo, el B-307. Con una longitud de 91 metros, una altura aproximada de un edificio de cinco pisos y 2.000 toneladas de peso, las 18 unidades construidas en los astilleros de Gorky desde 1979 se convirtieron en las unidades submarinas convencionales más colosales bajo el mar. De los 18 fabricados la marina rusa mantiene uno activo y tres en museos, el resto han sido desmantelados.


5. Un observatorio

Observatorio en la nieve

En las montañas, cerca de Almaty, Kazajstán, se alza un observatorio de la era soviética. Considerado un día un lugar privilegiado para la observación celestial, yace ahora abandonado. Al llegar a estos lugares, Tkachenko dice que siempre se siempre se siente «algo asustado», o al menos no muy cómodo, aunque al mismo tiempo le invada la curiosidad.«Es como si de repente me encontrase en otro planeta observando los restos de alguna antigua civilización extinta».


6. Antenas troposféricas

Antenas troposféricas en la nieve

En los años 50 se descubrió, sobre la base de la tecnología radar, que la parte alta de la troposfera, allá donde esta se separa de la estratosfera y que se denomina tropopausa, podía ser usada para hacer rebotar ondas electromagnéticas en ella y por tanto podía ser usada para salvar la curvatura de la tierra estableciendo comunicaciones entre dos puntos, aunque estos se encontrasen fuera del alcance visual directo. El norte de la URSS se llenó entonces de decenas de antenas troposféricas como las de la imagen, un tipo de tecnología que, con los satélites se ha vuelto obsoleta. Más información.


7. Los restos de un naufragio en el Volga

Naufragio en la nieve

El barco turístico «Bulgaria», zarpó en julio de 2011, con 201 personas a bordo, de la ciudad de Bolgar con rumbo a la capital tártara de Kazán, en lo que debería haber sido un placentero viaje por el Volga. A medio viaje naufragó en medio de una tormenta. Murieron 122 personas siendo la hipótesis principal del desastre que el hundimiento se debió al deplorable estado técnico de la embarcación, construida en 1955. Un mes después de la tragedia, el barco fue reflotado y remolcado hasta un dique de la localidad de Kuibishevski Zatón, donde permanece abandonado.


8. Una antena para comunicaciones por satélite

Antena espacial en la nieve

Una gran antena se erige dentro del complejo para la comunicación interplanetaria. Bajo ella un centro de mando subterráneo de dos pisos. La tarea principal de este centro de comunicación era el monitoreo y control de una serie de vehículos espaciales del pionero programa espacial soviético. Entre ellos, el del primer satélite del mundo, el del primer vuelo espacial tripulado, el vuelo de la primera mujer cosmonauta, la primera caminata espacial y la primera transmisión de una imagen en color utilizando satélites artificiales.
Todos los equipos e infraestructuras dentro del complejo, así como los archivos han quedado abandonados. El bunker subterráneo cuenta con una sala de control, así como trasteros y cuartos de estar. Todavía puede verse ropa colgada de las perchas y viejos electrodomésticos polvorientos dando la impresión de que en cualquier momento volverán los técnicos y militares para seguir operando la máquinaria. Más información e imágenes.

No pierdas nunca tu capacidad para asombrarte. Hola qué quizá no conozcas.
Luces de la estela de los cohetes
Imagen.

El primer satélite artificial lanzado al espacio por el ser humano partió del cosmódromo soviético de Baikonur, la mayor y más antigua instalación de lanzamiento espacial en el mundo. Desde ese momento la actividad en la vieja estación espacial ha sido incesante.
Situado en Kazajistán, aunque bajo control de Rusia, desde la caída de la URSS en 1992, la construcción del cosmódromo comenzó en junio de 1955, recibiendo durante su vida varios nombres al objeto de tratar de despistar a los espías occidentales durante la guerra fría. En la actualidad Rusia paga un alquiler a Kazajistán por las instalaciones aunque en los últimos años el acuerdo de renovación parece complicarse por lo que Rusia ha empezado a expandir su propio cosmódromo en Plesetsk al norte del país.

No pierdas nunca tu capacidad para asombrarte. Hola qué quizá no conozcas.
 “La cámara es un instrumento que enseña a la gente cómo ver sin cámara.”
 Dorothea Lange

Que las cosas no son siempre lo que parecen es algo sabido por todos. Hace un tiempo los incondicionales de este blog pudisteis disfrutar de diez fotografías históricas que eran difíciles de comprender sin un pie de foto aclaratorio. Pues si os quedasteis con ganas de más, y si no tambiénos dejo a continuación otras diez fotografías (más un bonus) que necesitan, de nuevo, una explicación:

1
núcleo de plutonio de la bomba Fat Man

¿Qué parece?
Un joven saliendo de un barracón portando algo en su mano, quizás unas botellas de refrescos o la caja con su almuerzo.

¿Qué es en realidad?
El joven de la imagen es Harold Melvin Agnew, un reconocido físico estadounidense fallecido en 2013 y que, en 1945, cuando fue tomada la fotografía, era uno de los científicos inmersos en el proyecto Manhattan y participantes en la misión Hiroshima, el primer ataque nuclear de la historia (voló en otro avión tras el Enola Gay). Lo que sostiene en la mano es el núcleo de plutonio de la bomba Fat Man, la bomba arrojada sobre Nagasaki tres días después de la de Hiroshima y que fue la causa directa del fallecimiento de 70.000 personas. Una pequeña caja que cambiaría el curso de la historia. [Fuente + Info (donde, por cierto, también explican que hubiese pasado si se le hubiese caido al suelo)].

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Hace exactamente cincuenta y seis años, la mañana del 17 de septiembre de 1959, el piloto de pruebas Scott Crossfield accionó el interruptor para encender los dos motores XLR-11 del X-15 que pilotaba, y comenzar así el programa de investigación de vuelo supersónico más exitoso de la historia, imprescindible para hacer realidad los vuelos espaciales tripulados que llegarían poco después.

Avión más rápido del mundo. North American X-15
North American X-15 en vuelo. Imagen.

Lo cierto es que dos meses antes ya se había efectuado la primera prueba con un X-15. Fue un test sin propulsión realizado por el propio Scott Crossfield el 8 de junio de 1959. Era la culminación a un proyecto que había nacido años antes como un programa que tenía por objeto investigar todos los aspectos de los vuelos hipersónicos tripulados, usando un avión basado en un concepto que el antiguo general de la Alemania nazi, Walter Dornberger —que había trabajado con Von Braun en el proyecto de los cohetes V2—, había elaborado para la NACA.  Las solicitudes de propuestas se publicaron en diciembre de 1954 para el fuselaje y en febrero 1955 para el motor. Finalmente el X-15 sería construido por dos fabricantes: North American Aviation se encargaría de la estructura del avión y Reaction Motors de los motores. Ambos se pusieron manos a la obra con a intención de hacerlo volar antes de 1960. Con el punto de mira en superar a los soviéticos en cualquier ámbito y, por tanto, disponiendo de un presupuesto elevado, el programa del X-15 era el sueño de cualquier científico interesado en la investigación aeroespacial. 

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El momento en el que un ser humano ha estado más lejos de la Tierra fue durante la misión del Apolo 13, cuando los estadounidenses James Lovell, Fred Haise y John Swigert pasaron por la cara oculta de la Luna a una altitud de 254 km de su superficie. En ese momento se encontraban a 400.171 kilómetros de la Tierra. En comparación, la distancia entre Madrid y Wellington es de unos 20.000 kilómetros (o unos 12.700 en linea recta, y pocas cosas están más separadas en nuestro planeta).

Fantástica vista (aproximada) pero poco disfrutada por los tripulantes del Apolo 13.

¿Por qué se dio esta circunstacia de récord? Pues, paradojicamente, por un fallo en la misión.
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La cantidad de objetos fabricados por el hombre que descansan en la superficie de la Luna es extensa. Hasta cinco agencias espaciales diferentes han dejado algo allí. La siguiente lista contiene diez objetos que, en mejores o peores condiciones, reposan sobre nuestro satélite.


1. Retrato de familia del astronauta Charles Duke



En abril de 1972 los astronautas del Apolo 16 lograron el récord de permanencia sobre la superficie de la Luna hasta ese momento. Charles Duke y John Young hicieron tres salidas durante las casi 72 horas que el módulo lunar estuvo sobre la superficie. Su marca sería superada por tres horas en la siguiente misión Apolo, marca todavía vigente.
Durante una de esas salidas de la misión Duke tuvo tiempo de dejar sobre la superficie una fotografía de su familia protegida por una funda plástica. El reverso de la imagen podía leerse «Esta es la familia del astronauta Duke del planeta Tierra. Alunizada en abril de 1972» acompañado de las firmas de los cuatro componentes de la familia. Duke también dejó sobre la superficie una medalla conmemorativa de la United States Air Force que en 1972 celebraba su 25º aniversario.

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Sea Launch

Durante los últimos años, el lanzamiento de satélites se ha convertido en un negocio comercial viable, en el que varias compañías luchan por conseguir su parte en un mercado altamente especializado. Una compañía que destaca entre todas las demás por la peculiaridad de sus lanzamientos es Sea Launch, un consorcio internacional que opera desde una plataforma flotante en el Océano Pacífico.